martes, 13 de abril de 2010

Stan Brakhage

Mothlight

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Luz de palomilla. La idea es grande y me recuerda a Deleuze con su idea de desterritorializarlo todo. Creo que el arte es eso: Aquello que está constantemente desterritorializando y reterritorializándose a sí mismo. El arte tiene tantos problemas para ser definido porque en realidad su escencia se basa en la imposibilidad de ser limitado, pues su territorio está constantemente cambiando. El arte rompe fronteras, abre horizontes, se mueve a donde la gente jamás esperaría encontrarlo, por eso siempre cuesta tanto trabajo aceptar el arte que nos es contemporaneo como arte, porque para eso existe, sino sería puro entretenimiento, como lo es hoy en día el cine en carteleras. Brakhage no se queda con las convenciones, desmiente los supuestos límites del formato y se atreve a darle una nueva dimensión al cine basada en la textura del material utilizada, porque es algo que se mira y que tal vez ya no se aprecie tan fácilmente debido al video, pero que siendo proyectado en su versión original debe de haber sido brutal y eso me hace recordar a la exposición "Monet y la Abstracción" que vi hace unos días en el Thyssen en Madrid, en la que había un par de Pollocks y surgen estas ganas de tocar las pinturas cuando uno las mira, porque esa textura las hace vibrar y algo pasa con esas texturas que también sucede con Brakhage y la relación es obvia pero siempre se siente mejor corroborarla en persona ya sabiendo lo que se intenta encontrar. Hermoso paralelismo entre dos grandes artistas.



Glaze of Cathexis

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Formas, colores, movimiento, sensaciones en el tiempo. Tanto como ver las visceras de un ser humano saltar de un lado a otro mientras sus ojos miran por primera vez, después de una larga espera, a esa persona que revuelve todo, eso pasa. Es como si Stan Brakhage hubiera logrado plasmar en pantalla lo que en su momento tan sólo se podía experimentar a través de sensaciones viscerales. El ritmo, la falta de sonido, la posibilidad de simplemente mirar por el gusto de mirar, que tan rara vez hacemos.



Window Water Baby Moving

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Resulta impresionante que un video que normalmente sería tan íntimo pueda llegar a ser una pieza tan universalmente alucinante, gracias a lo emocionalmente involucrado que se encontraba Brakhage mientras filmaba. Recuerdo haber mirado varios videos de partos de pequeña, pero jamás recuerdo haber salido tan impactada y la diferencia es que no se mira con la objetividad de un doctor que realiza su trabajo, una vez más, sino como padre primerizo que no logra sostener la cámara de los nervios y de la emoción y todas esas sensaciones permean el negativo y uno se vuelve el mismo padre viviendo por primera vez el nacimiento del hijo que es a su vez el que lo vuelve padre. Me fascino el cortometraje. Me pareció tierno, sincero, brutal, torpemente apasionado y extremadamente poético. Lo que se cuenta va más allá de un niño naciendo, es la experiencia lo que cuenta, de lo que nos hace partícipes Brakhage, de nacer, de dar a luz, de saberse padre y no poderlo creerlo, pero sentir que la piel se enchina y no poder evitarlo. Catártico.



Black Ice

http://i.ytimg.com/vi/g-rACt6IX5c/0.jpg

Un caleidoscopio. Azul, Rojo, Morado, Café, Amarillo Verde, Blanco, Plata, Naranja, Rosa, Negro. Aparecen prácticamente todos los colores en el corto y distintas versiones de ellos y sin embargo pareciera que tan sólo recordáramos el ázul con el negro. Evidentemente son los que están presentes casi todo el tiempo, pero de igual manera resulta curioso que se noten tan poco el resto de los colores. Es un trabajo experimental que deja poco espacio para hablar del mismo, pues creo que se queda un poco en la forma y deja de lado el contenido que debe ser siempre igual de importante.



Commingled Containers



Me recuerda un poco al impresionismo, a lo que intentaban lograr con la pintura, capturar la luz, el movimiento, llevado a sus últimas consecuencias. Un ritmo que pareciera hipnotizar y uno empieza a sentir oir el agua quebrar quebrar, las gotas de agua intentar escapar. Las imágenes te atrapan, cuesta trabajo dejar de verlas porque todas ellas son tan hermosas y alusivas que uno desearía que nunca terminaran.

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