Un personaje haciendo movimientos. Repitiendo. Repitiendo. Repitiendo. Y el movimiento en especie de loop genera un ritmo para la vista tan sutil que sin darse cuenta uno empieza a disfrutarlo y a sentirse atraído a él. Y es curioso que algo que podría imaginarse tan monótono en una primera instancia, termine siendo tan "placentero" por así decirlo. No sé si sólo me pase a mí, pero he descubierto que tengo una extraña fascinación por los loops, me encantan, no me aburren ni me desesperan, siento que despiertan otro estado de consciencia pero es dificil de explicarlo. Generan una tranquilidad muy particular, igual que la idea del eterno retorno de Nietzsche, esa idea de estar "condenado" a repetir las mismas acciones que has repetido, por el resto de la eternidad, como si la eternidad se pudiera reducir a un loop y creo que esa es la única manera en la que puedo concebir un concepto tan abstracto como el de la eternidad, porque si lo limitamos en acciones ya sólo queda el tiempo y ese es sencillo de imaginar cuando ya se sabe como se comporta. La vida eterna, ¿cómo se llena eso? El tiempo eterno se puede llenar fácilmente con un loop y ya está, no hay mucho más que pensar, es la solución sencilla y supongo que por eso tranquiliza.
Lemon
Me sucedió algo muy curioso con este corto. Yo veía el limón y me parecía que estaba muy bien iluminado y que se veía realmente hermoso y comencé a pensar en Ponge y en Estar departe de las cosas y en los ejercicios que nos pedían realizar en primer semetre, en los que tenías que traer imágenes de objetos cotidianos en los que los hicieras verse hermoso y pensaba en cómo jamás llegué a entender qué era lo que se nos pedía y en lo bien que hubiera comprendido si me hubieran puesto un ejercicio como este, porque al final tan sólo era un limón pero ¡qué manera de hacerlo verse hermoso! Y estaba pensando lo anterior y no me daba cuenta que la luz cambiaba y no sé cómo sucedió eso, pero yo noté el cambio de luz hasta que el limón había desaparecido casi completamente. Esta situación me sorprendió y entonces puse atención a las imágenes y quería ver ese cambio de luz y no perderme nada y vi la luz regresar, pero yo tan sólo pensaba en el genio de Frampton y en la maravillosa idea y en la posibilidad de crear dos imágenes tan distintinas y ambas tan hermosas tan sólo a base de luz y contraluz. Vaya yo estaba fascinada con todo lo que sucedía y tal vez por eso jamás noté la alusión al seno de la mujer, yo siempre lo vi más como una luna y un sol y el poder ver su relación de manera más comprensible.
Critical Mass
El lenguaje. Designificado. Desestructurado. Comienza el "diálogo" con un fondo negro y los ritmos empiezan a suceder. Y me recuerda a Pocos Cocodrilos de Mathias Goeritz. Normalmente uno se concentra tanto en el significado de las palabras que deja de escuchar su ritmo, su sonorización. Cuando uno escucha a alguien hablar un idioma que desconoce, entonces puede concentrarse en los sonidos, pero siendo un idioma que uno conoce y habla, lograrlo es mucho más complicado. Eugène Ionesco también juega con esto en La Cantante Calva, en su secuencia final. Y el lenguaje es una cosa muy compleja, pero hay más en él que significado, hay forma y siempre es bueno que haya autores dispuestos a recordárnoslo. Sería interesante realizar un ejercicio en el que sin el apoyo de loops o palabras inventadas, uno sea capaz de escuchar tan sólo la forma y olvidarse del contenido. Tanto como poder ver letras sin leerlas ya sabiendo leer.
Winter Solstice
Un poema visual. Se vuelve en una experiencia similiar a la de mirar una fogata sólo por el gusto de mirarla. En realidad uno no espera nada de mirarla pero siempre pasan cosas cuando uno mira. El fuego ardiendo y sus colores, su ritmo, su falta de materialidad, su fragilidad, su fuerza, su presencia, sus constantes cambios, su textura. Toda nuestra relación con él y su importancia en nuestra historia, el parteaguas de pasar de no poder a poder "hacer" fuego. Sentir que lo dominamos, que lo controlamos, que nosotros tenemos la decisión de darle vida o de matarlo. Al final termina siendo la misma ilusión que es el pensar que somos capaces de capturar al movimiento. El fuego existe antes y después que nosotros. También el movimiento.
Ordinary Mater
Un recorrido mirando al suelo. Una voz masculina que vocaliza palabras monosilábicas inventadas con eco. Una cámara picada medio angulada que avanza de manera intermitente. Pasto, tierra. Lo que más llama la atención es el movimiento, tan anti-natural, tan esquizofrénico. Muy posmoderno. Una cámara que no es sólo esa cámara sino que quiere serlas todas al mismo tiempo y capturar el mismo instante desde distintas posiciones. Un movimiento que no se puede distinguir si va hacia adelante o hacia atrás, que sólo brinca sin importar a donde, que lo conecta todo, una especie de Rizoma en el que no importa que estuvo primero y que vino después porque todo es parte de la misma imagen.
Artifical Light x20
Este corto me recuerda un poco a lo que es hoy en día el estudio. Pasa tanto al mismo tiempo que no sabes a que cuadro ponerle atención porque todos destellan buscando llamar la atención y si los miras todos al mismo tiempo tienes una idea general de lo que pasa pero te pierdes los detalles y si te concentras tan sólo en uno sabes exactamente de qué manera y cuántas veces cambió pero no puedes hablar del resto. Así me siento yo a veces con el estudio de las cosas, son esas ganas de querer saberlo todo y picar de todo un poco para darte cuenta que al final realmente no puedes hablar de nada o concentrarte tan sólo en un tema o en un autor y olvidarte de tantas otras cosas. Seguro que se puede encontrar el balance, sólo me cuesta mucho trabajo entender cómo es que se logra.
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